El trazado urbano de Miami pondrá prueba este fin de semana la rivalidad entre Ferrari y Red Bull, personificada en Charles Leclerc y Max Verstappen, en este inicio del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 que estrena una cita en su calendario.

El ‘gran circo’ aterriza en los Estados Unidos, un país que considera muy estratégico para su expansión y para aumentar su popularidad, y al que volverá a final de la campaña para correr en el texano COTA. Miami es la novedad de un campeonato que en 2023 también estará en otro trazado urbano en la fastuosa Las Vegas y el escenario de lo que augura un nuevo duelo entre el ‘Cavallino Rampante’ y el ‘Toro Rojo’.

El equipo austriaco llega muy reforzado a Florida después de vivir un exitoso primer Gran Premio en Europa. El trazado de Imola, casa de Ferrari, hizo pleno ganando la carrera, la primera en formato sprint y la calificación, además de la vuelta rápida. Y todo a través de su número uno, el neerlandés Max Verstappen, que se confirmó como la gran amenaza inicial para un Charles Leclerc al que las cosas por primera vez en la temporada no le fueron bien.

El monegasco secundó al campeón mundial en el sprint y en la calificación, pero en la carrera el domingo se precipitó y convirtió un podio que tenía prácticamente asegurado en un discreto sexto puesto, aunque su ventaja en el Mundial sigue siendo bastante grande respecto a Verstappen, complicado aún por sus dos ‘0’ en Bahrein y Australia.

El neerlandés está todavía a 27 puntos, una distancia grande y que espera recortar en un sinuoso trazado urbano (19 curvas), de alta velocidad, con cambios de elevación y con los muros muy cerca, que además es desconocido para toda la parrilla, que tendrá que recabar la máxima información en las sesiones libres para la calificación y la carrera.

AgenciaUno/EP