Como parte de las iniciativas de ciencia y tecnología desarrolladas en la región del Biobío para la contención de la pandemia del COVID-19, el ministro de Ciencia, Andrés Couve, junto al intendente Patricio Kuhn y la seremi de Ciencia de la Macrozona Sur, Paulina Assmann, presentaron dos iniciativas desarrolladas gracias al trabajo asociativo de instituciones públicas y académicas en la región.

En la comuna de San Pedro de la Paz, las autoridades dieron inicio al funcionamiento de una estación de monitoreo de aguas servidas que permite la detección temprana de Covid-19 gracias a la colaboración de entidades públicas con la Universidad Católica de la Santísima Concepción y el laboratorio Biodiversa asociado a la Sanitaria ESSBIO.

Couve destacó que “esta es una forma en que mediante la articulación y la coordinación de diversos actores, la Intendencia, el municipio, el Consejo Regional, nuestra Seremi de Ciencia y las universidades están participando para buscar activamente el COVID-19 en nuestra población”.

“Lo hacemos buscando en localidades completas a través de las aguas servidas. Una tecnología emergente, muy pionera que se está poniendo a prueba en la región y que se impulsó tras un piloto en Chillán que logró  anticiparse a ocho brotes”, complementó el secretario de Estado.

Posteriormente, desde el salón mural de la Intendencia, las autoridades formalizaron la entrega de 10 ventiladores mecánicos de emergencia construidos en nuestro país a través de la plataforma “Un Respiro Para Chile”, que serán destinados al Hospital Clínico Regional de Concepción.

El intendente Kuhn destacó que “desde el principio supimos que los ventiladores mecánicos salvan vidas y es un orgullo para la región del Biobío que producto del trabajo conjunto de ASMAR y la Universidad de Concepción se haya logrado el desarrollo de estos equipos que cumplen todos los estándares y han pasado una serie de pruebas para estar hoy disponibles para que los equipos médicos puedan ocuparlos en caso de ser necesarios”.

“Este es un día importante donde desde la región y a través de un proceso de innovación colaborativa se logra producir un equipo que puede ser fundamental al momento de salvar vidas, un ventilador mecánico fabricado íntegramente en el Biobío. Un ejemplo de articulación público-privada que ha puesto la innovación y la creatividad de nuestro talento al servicio de las personas”, esaltó el titular de Ciencia.

Sobre el proceso de producción de los ventiladores, Pablo Aqueveque, doctor en ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Concepción, explicó que “todo el desarrollo, investigación, y la preparación que por años se hace en la universidad en procesos de I+D, se puso en marcha junto a un socio estratégico importante como ASMAR para poder hacer realidad estos ventiladores”.

“Llevábamos muchos años preparándonos para iniciativas como esta generando dispositivos, equipos médicos que pudieran ser utilizados por personas junto a carreras como ingeniería civil biomédica, bastante innovadoras en nuestro país”, agregó.

El ventilador de tipo AMBU fue el primero de 4 prototipos nacionales en superar las más de 100 pruebas que incluyó el proceso de validación técnica, preclínica y clínica que generó “Un Respiro para Chile” –plataforma público privada integrada por SOFOFA Hub, Socialab, el BID y los ministerios de Ciencia y Economía- que, junto a Corfo, impulsó el diseño, desarrollo y fabricación nacional de estos equipos para hacer frente a la pandemia del COVID-19.

“Este proceso nos abrió un espacio para el desarrollo tecnológico en Chile, instalando capacidades que no existían antes de la pandemia y que gracias a un proceso colaborativo bajo un propósito común, se logró conseguir un resultado inédito en tiempo récord”, sentenció Alan García, director Ejecutivo de SOFOFA Hub.